Inescop desarrolla con una empresa de Villena un calzado infantil que protege el pie de las alergias
El proyecto permitirá ofertar un zapato hipoalergénico certificado y dar salida a una problemática que afecta al 10% de los niños.
El Instituto Tecnológico del Calzado (Inescop) se encuentra inmerso junto a una empresa de Villena en el desarrollo de un calzado infantil hipoalergénico que premitirá dar salida a una problemática que afecta a hasta un 10% de la población infantil que sufre dermatitis o eczema por contacto. Cofinanciado por el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) y con el apoyo tecnológico de Inescop, la empresa qu abordará el proyecto es la firma Calzados Eli que, con una trayectoria que se remonta a 1957, está especializada en calzar a niños y jóvenes y abandera desde sus inicios una apuesta por los materiales de alta calidad para garantizar el desarrollo sano de los pies de un público que, según destaca la propia firma, es especialmente sensible y vulnerable.
El proyecto se encuentra, por el momento, en una fase inicial, pero abre la puerta a una solución definitiva para un problema que hasta la fecha no se terminaba de abordar y que pese a la demanda existente no encontraba respuesta en la oferta actual. Con el desarrollo de este proyecto, se estará así en disposición de poder ofertar en el mercado un calzado hipoalergénico dirigido a la población infantil con hipersensibilización con unas garantías específicas y certificadas acordes a las necesidades, según explicaron desde Inescop.
La problemática de este tipo de afecciones alérgicas estriba en que en el caso del calzado, como en el que cualquier otro artículo industrial, existe un contenido en ciertas sustancias que, siendo necesarias para la elaboración de los productos, pueden ser susceptibles de desencadenar algún tipo de reacción en usuarios que se encuentran sensibilizados con las mismas pero que, por el contrario, son perfectamente toleradas por el gran público. No se trata, sin embargo, de ninguna nimiedad, ya que los afectados pueden presentar molestias tan graves que se vean obligados a interrumpir su actividad cotidiana. Así las cosas, el único tratamiento eficaz ante la dermatitis alérgica por contacto con el calzado es evitar que los componentes que conforman un zapato contengan alguna de las sustancias que provocan alergias y en ello trabajan en estos momentos Inescop y la firma zapatera villenense, a través de un proyecto que se basa en el análisis y determinación del contenido en determinados potenciales alérgenos, la realización de pruebas epicutáneas en colaboración con un centro hospitalario, el desarrollo de pieles y otros componentes para el calzado que estén libres de sustancias alérgenas y el diseño e implantación de los mecanismos productivos con garantía de no contaminación cruzada, según precisaron fuentes del Instituto Tecnológico del Calzado y Conexas, con sede en Elda.
Un ejemplo paradigmático que da una clara idea del alcance de esta problemática saltó a la palestra el pasado año, con las alergias provocadas por el dimetil-fumarato, un producto que se utilizó para conservar los zapatos durante el transporte desde países asiáticos, sin tener en cuenta que una parte de la población es especialmente sensible al producto.